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Sobre buñuelos en Semana Santa

La historia de los buñuelos parece que no es tan antigua como podamos pensar, aun así, no se conoce con exactitud el origen de este dulce que en esta época adquiere mayor espacio en nuestra mesa.

Hay quien piensa que los buñuelos derivan de la palabra “puñuelo”, una especie de bola que los romanos amasaban con sus puños, otros piensan que la palabra proviene del francés “beignet”. Pero como sabemos que buena parte de los dulces de tradición tienen origen árabe, podemos quedarnos con esta procedencia en la historia de los buñuelos.

Se conoce que en España se encuentran recetas de buñuelos desde el siglo XVI y se dice que uno de los postres favoritos de los árabes que estaban aposentados en Granada, eran los buñuelos de agua miel, una masa que se freía en aceite y posteriormente se bañaba en miel hirviendo.

Actualmente se pueden elaborar buñuelos de distintas formas y con distintas variantes, se aromatizan con limón, canela, vainilla… se rellenan de crema, frutas o simplemente los infla el viento.

Estamos leyendo un extracto de lo publicado por el blog “Gastronomía & Cía” que nos muestra la siguiente  receta tradicional de elaboración:

Ingredientes (30 uds. aprox.)

125 gramos de harina , 250 gramos de agua, 30 gramos de mantequilla, 40 gramos de azúcar, 1 c/p de azúcar de vainilla, 4 huevos, la piel rallada de medio limón, una pizca de sal, aceite de oliva (o girasol si prefieres) para freír, azúcar para espolvorear.

Elaboración

Pon en un cazo el agua, la mantequilla, el azúcar (también el azúcar vainillado), la ralladura de limón y el pellizco de sal. Llévalo a ebullición y cuando empiece a hervir, vierte la harina de una vez, sin retirar del fuego mueve con una cuchara de madera hasta que la masa se desprenda de las paredes del cazo.

Retira entonces del fuego y deja que la masa se entibie, entonces empieza a incorporar los huevos de uno en uno, hasta que el primero no se haya integrado en la masa, no incorpores el siguiente. Una vez finalizada la elaboración de la masa de buñuelos, déjala reposar una o dos horas, adquirirá más consistencia.

Pasado este tiempo, pon una sartén con abundante aceite a fuego suave, ve depositando cucharaditas de masa poco a poco, la masa se inflará y necesitan espacio. Dales la vuelta para que se doren y se inflen por todos lados. Retira los buñuelos depositándolos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite, posteriormente pasa los buñuelos a un plato para espolvorearles azúcar, puede ser azúcar glas.

(la sugerente foto del inicio corresponde a la web “hogarmanía”)